El acero inoxidable además de ser duradero, higiénico y cumplir con las normativas de inocuidad alimentaria, ofrece una opción rentable y segura para drenajes.

Los aceros inoxidables AISI 304 y AISI 316 destacan por su resistencia a la corrosión, durabilidad y facilidad de limpieza, cualidades vitales en la industria de alimentos.

Ventajas

Por su composición, el acero inoxidable para drenajes ofrece múltiples ventajas como:

  • Resistencia a la corrosión: No se oxida, ideal para ambientes húmedos.
  • Fácil limpieza: se pueden cepillar, superficies lisas previenen la formación de biopelículas.
  • Resistente a temperaturas extremas: Mantiene su forma y resistencia en procesos de alta temperatura.
  • Durabilidad: resiste golpes y químicos.
  • Reciclable: Eco-friendly, reduce la huella ecológica.
  • Cumple normativas inocuidad: NOM*, aprobado por FDA y EHEDG.

Pasos para limpiar los drenajes de acero inoxidable

  1. Pre-enjuague para eliminar suciedad y materiales poco adheridos. Utilice baja presión.
  2. Elimine residuos grandes, ya sea de la canasta de sedimentos o a lo largo del canal lineal. La obstrucción del drenaje puede causar contaminación de manera importante en una planta de alimentos.
  3. Aplique detergente (álcali o ácido); para eliminar las capas de suciedad. En la práctica, la espuma o detergente aplicado para limpiar paredes y pisos fluyen por gravedad al drenaje. Considere el tiempo de contacto.
  4. Realice impieza manual; tallando con cepillos adecuados.
  5. Enjuague intermedio; para eliminar la suciedad y detergentes. Utilice baja presión.
  6. Higienización/desinfección (química y/o térmica); para eliminar microbios viables y restaurar la condición higiénica del sistema. Ayuda a prevenir la recolonización de microbios.
  7. En caso que se requiera, enjuague final con agua. Utilice baja presión.