1. ¿Cuánta agua utilizas al mes?
Calcula cuanta agua sucia deberá procesar tu sistema de tratamiento al día en M3 (consulta el consumo en tu recibo de agua y divide el volumen mensual por los días del periodo).
2. ¿Tienes idea de la calidad de las aguas sucias que desechas?
Identificar las normas de descarga de tus aguas sucias según tu zona es la clave para planear el tipo de tratamiento ideal en tu sistema.
3. ¿Dónde descargas las aguas sucias que generas?
Ubicar donde van a parar tus aguas sucias y hacia donde se dirigirá el agua tratada (alcantarillado, ríos, plantas industriales) te ayudara a planificar y diseñar el sistema correctamente.
4. ¿Qué tipo de aguas sucias generas?
¡Conocer las variedades de aguas sucias producidas por tu instalación es clave! Esto no solo puede hacer que ahorres dinero al elegir el sistema de tratamiento adecuado, sino que también te abre las puertas a la reutilización y te ayuda a reducir la cantidad de agua que necesitas tratar.
5. ¿Qué puedes esperar con un sistema de tratamiento de aguas sucias?
El sistema de tratamiento para aguas sucias que elijas debe ser eficiente, adaptable al punto de descarga, permitir la recuperación de biogás, poder crecerlo modularmente, no generar olores, ahorrar en el retiro de efluentes, compacto, capaz de integrar trampas de grasas y sólidos, operar con bajo consumo energético y cumplir normas de SEMARNAT (NOM-001, 002 y 003).
Recopila la información del consumo de agua que genera tu establecimiento
Conoce la calidad que tienen las aguas sucias que generas y ubica en el punto de descarga